Vino Rosé Otazu Merlot

Bodega Otazu se encuentra ubicada en un paraje idílico donde el cultivo de la vid y la elaboración del vino han estado presentes desde la Edad Media. Ya desde el siglo XV, el prestigio de las viñas era tan reconocido que la Corte Real de Carlos III, rey de Navarra, disfrutaba de los vinos elaborados en Otazu. Así lo demuestran los documentos encontrados en el Archivo General de Navarra. En 1840 se construye una bodega de estilo francés en el centro geográfico de la finca, con una capacidad en cubas de madera de roble de 200.000 litros. En aquellos tiempos, Bodega Otazu supuso una revolución ya que separó la bodega del casco urbano. Ciento cincuenta años después, se ha remodelado la bodega existente y se ha construido una nueva, subterránea, que comunica con la anterior.

Las extraordinarias obras artísticas que se encuentran en Bodega Otazu son un reflejo y recordatorio de sus orígenes. La apuesta de Bodega Otazu por la creación y la cultura se aprecia desde cualquier punto de la Bodega. La veneración de un oficio —el del creador y artista— y la pasión por compartir son rasgos definitorios de una cosmovisión y manera de hacer. El arte corteja al vino y viceversa. En efecto, todas estas extraordinarias obras de arte son símbolos claros de una forma de entender la cultura que evoluciona y se transforma en un paraje de gran belleza, donde el vino comparte protagonismo con la creación.

Nuestro rosado se elabora por el tradicional método del sangrado, para respetar al máximo la calidad de la fruta y mantener la personalidad y singularidad de la variedad. Tras una maceración en frío de 12 horas del mosto con los hollejos, en la que el mosto adquiere su intenso color rosa característico, se procede a su fermentación a temperatura controlada.