La tierra, el alma de nuestros vinos.

La fundación de Bodegas Castillo de Mendoza se remonta al año 1994, cuando la familia Mendoza, descendiente de varias generaciones de viticultores, decide reemprender la tradición familiar y cumplir uno de sus sueños: abrir su propia bodega.
La bodega se ubica en la localidad riojana de San Vicente de la Sonsierra, de la que la familia es originaria, localizada en La Rioja Alta y reconocida en el mundo entero por la extraordinaria calidad de sus caldos y su centenaria tradición vitivinícola.
Una antigua destilería del siglo XVII rehabilitada y acondicionada para su nuevo uso acogerá los primeros años de vida de la Bodega.
Con el tiempo, el afán por conseguir la mejor calidad para la elaboración y crianza de sus caldos, hace que la familia construya una nueva bodega en el conocido Paraje de San Juan, a la vera de un antiguo molino, al pie del castillo medieval y rodeada de sus propios viñedos.
Dotada de la mejor tecnología, la nueva bodega, de 2.800 metros cuadrados, aúna la modernidad de sus instalaciones con un calado de barricas excavado en roca viva siguiendo la tradición centenaria de esta emblemática comarca riojana.
Tiene una gama extensa de vinos, en la mayoría podemos apreciar la variedad autóctona Tempranillo con la salvedad de alguno de sus vinos como Graciano.
Por lo tanto, una bodega que se caracteriza por la tipicidad de sus vinos, destacando las producciones ecológicas.
35 Hectareas de viñedo de las cuales 20 Ha son de Cultivo Ecológico, en esta zona tan conocida por la magnificencia de sus suelos y, en consecuencia, por los grandes vinos que podemos encontrar.