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Listado de productos por marca Bodegas Marisol Rubio
Vino y aceite que aúnan Calidad e Innovación
Bodegas Marisol Rubio es una marca familiar homenaje a una madre: Marisol Rubio. Su alegría, su ímpetu y su pasión por la vida es lo que inspirara a crearla. Destaca por sus productos basados en la innovación y en la calidad. Creadores del primer blanco seco 100% Pedro Ximénez de Castilla La Mancha, y de un AOVE coupage de cornicabra, picual y arbequina espectacular.
Productos de producción propia de la finca familiar ubicada en el Paraje La Rizosa (Villanueva de Alcardete, Toledo) contando con una extensión de 25 hectáreas y una altitud de 837 metros, encontrando en ellos, además, las variedades de Airen y Tempranillo.
La finca se parcela en diferentes áreas, que son cultivadas y vendimiadas por separado en función de su catálogo varietal, que incluye desde la tipología más autóctona de la zona, Airen, hasta la más innovadora, Pedro Ximénez, que es con la que han creado su primer vino, el cual y pese a todo pronóstico, nos evoca la expresión del paisaje de monte bajo donde enraízan estos viñedos. Los suelos de la finca, en términos generales, son de carácter franco calizo, a la vez que humildes en materia orgánica. Este hecho, unido a la altitud encontrada, les permite elaborar vinos singulares e innovadores, que expresan la personalidad del terruño, con la elegancia, frescura y la capacidad de guarda que únicamente las viticulturas al límite son capaces de ofrecer. En menor proporción el terreno también presenta zonas gredosas y arenosas, en definitiva una mezcla de características que imprimen al fruto una marcada personalidad diferente al resto de la región vitícola.
La rusticidad de los terrenos, aptos únicamente para cultivos tan recios como el de la vid, y la extraordinaria amplitud térmica entre el invierno y el verano, y entre el día y la noche, ofrecen al consumidor una acidez característica y un bajo pH natural en las uvas, de forma que obtenemos una madurez fenólica plena sin abusar del grado alcohólico, que ni en los años más cálidos supera los 14 grados.
En los olivos de la finca de Marisol Rubio se pueden encontrar diversas variedades, predominando la Cornicabra.
El olivar, en su mayoría, tiene más de 100 años, utilizando desde su plantación una agricultura tradicional, así como una buena adaptación en el empleo de pequeña y moderna maquinaria apostando siempre por la máxima calidad. Se realiza una cosecha temprana de aceituna con el objeto de obtener un aceite de oliva frutado y verde de gran calidad, realizando una cosecha escalonada dependiendo del momento de maduración óptimo de cada olivo.
Con toda esta materia prima, Bodegas Marisol Rubio elabora productos de máxima calidad, que están causando furor en el mercado.
Productos de producción propia de la finca familiar ubicada en el Paraje La Rizosa (Villanueva de Alcardete, Toledo) contando con una extensión de 25 hectáreas y una altitud de 837 metros, encontrando en ellos, además, las variedades de Airen y Tempranillo.
La finca se parcela en diferentes áreas, que son cultivadas y vendimiadas por separado en función de su catálogo varietal, que incluye desde la tipología más autóctona de la zona, Airen, hasta la más innovadora, Pedro Ximénez, que es con la que han creado su primer vino, el cual y pese a todo pronóstico, nos evoca la expresión del paisaje de monte bajo donde enraízan estos viñedos. Los suelos de la finca, en términos generales, son de carácter franco calizo, a la vez que humildes en materia orgánica. Este hecho, unido a la altitud encontrada, les permite elaborar vinos singulares e innovadores, que expresan la personalidad del terruño, con la elegancia, frescura y la capacidad de guarda que únicamente las viticulturas al límite son capaces de ofrecer. En menor proporción el terreno también presenta zonas gredosas y arenosas, en definitiva una mezcla de características que imprimen al fruto una marcada personalidad diferente al resto de la región vitícola.
La rusticidad de los terrenos, aptos únicamente para cultivos tan recios como el de la vid, y la extraordinaria amplitud térmica entre el invierno y el verano, y entre el día y la noche, ofrecen al consumidor una acidez característica y un bajo pH natural en las uvas, de forma que obtenemos una madurez fenólica plena sin abusar del grado alcohólico, que ni en los años más cálidos supera los 14 grados.
En los olivos de la finca de Marisol Rubio se pueden encontrar diversas variedades, predominando la Cornicabra.
El olivar, en su mayoría, tiene más de 100 años, utilizando desde su plantación una agricultura tradicional, así como una buena adaptación en el empleo de pequeña y moderna maquinaria apostando siempre por la máxima calidad. Se realiza una cosecha temprana de aceituna con el objeto de obtener un aceite de oliva frutado y verde de gran calidad, realizando una cosecha escalonada dependiendo del momento de maduración óptimo de cada olivo.
Con toda esta materia prima, Bodegas Marisol Rubio elabora productos de máxima calidad, que están causando furor en el mercado.